Traductor: Natalia Carrero
Serie: Trilogía Wyckerley 02
Publicación original: 1995
Publicación original: 1995
Publicación en España: 1998
Reeditado por Cisne en 2012
En cuanto a la autora, Patricia Gaffney era para mí una completa desconocida hasta que leí un post de Bona Caballero en su estupendo blog "Romántica, no rosa" y me quedé con las ganas de leer este libro. Por cierto que ahí podéis leer de dónde viene el título de la edición original, que también está relacionado con los títulos de los otros dos libros de la trilogía de Wyckerley.
Sinopsis:
Hace diez años Rachel Wade fue condenada por el asesinato de su esposo. Apenas si ha disfrutado de su recién estrenada libertad y ya ha sido apresada de nuevo por vagancia.
Ahora es una mujer rota, sin esperanza ni honor y ya poco le pide a la vida. Pero el vizconde D'Aubrey, uno de los magistrados que la juzgan, siente una irrefrenable e insana atracción por ella y le ofrece la oportunidad de redimirse trabajando para él como ama de llaves.
Rachel sospecha las perversas intenciones del vizconde, un joven tan apuesto como libertino, pero nada puede ser peor que la cárcel. O eso cree ella...
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Sin comentarios para la portada de la edición de los años 90. Creo que el modelo es el inefable Fabio Lanzoni, al que encontraréis en no pocos libros de la época. Afortunadamente, hemos avanzado algo, aunque se sigue viendo cada cosa... Claro que sobre gustos no hay nada escrito.
Comenzamos la historia conociendo a Sebastian y somos conscientes que no estamos ante un libertino idealizado propio de la novela romántica moderna, sino ante el retrato muy realista de un noble disoluto que disfruta de lo que se le antoja sin importarle los sentimientos de los demás. Sebastian no es un héroe que guste, al menos a mí no me ha gustado nada durante la primera parte de la novela: humilla y utiliza a una mujer solo porque le divierte y la viola aunque él piense que la está seduciendo. A pesar de todo, consigue redimirse ante mí, pero más bien gracias a la protagonista. Ella es la auténtica reina de esta novela y Patricia Gaffney la retrata magistralmente, introduciéndonos en su alma y sus pensamientos y haciéndonos sufrir con ella sus recuerdos de un matrimonio terrible y una cárcel victoriana que no tenía ninguna intención de reinsertar en la sociedad. Vemos evolucionar a este personaje que está maravillosamente escrito: su miedo, su incapacidad casi de hablar y relacionarse al salir de la cárcel, su inseguridad, su paulatino renacer...
El tono de la historia cambia más o menos a mitad, cuando Sebastian comienza a ser consciente de su bajeza moral y a aceptar que la fascinación que siente por Rachel no es simplemente deseo de utilizarla para su disfrute. A partir de ahí la novela se aleja de la oscuridad de la primera parte, aunque se sigue aludiendo a los recuerdos y vivencias de Rachel, pero centrándose la trama en la relación amorosa y en cómo ambos protagonistas van siendo conscientes de ese amor. Se mantiene, eso sí, la tensión, porque sabemos que Rachel fue condenada injustamente y no sabe quién mató realmente a su marido. Al final, como podéis imaginar, lo averiguaremos, pero no porque haya ninguna investigación, aunque sí hay momentos de peligro para la protagonista.
Creo que Patricia Gaffney es una magnífica escritora, que consigue la combinación justa de diálogos y descripciones, es realista en el retrato de la época, capta los detalles y crea una atmósfera envolvente que te mete literalmente en la historia. Realmente esta mujer sabe captar las emociones. Y de una manera increíble consigue que puedas llegar a aceptar a Sebastian a pesar de mostrarlo en un principio como un perfecto cabrón, incluso llegas a empatizar con él cuando, al final del libro, conoces algo la familia en la que se crió.
En fin, una nueva autora a la que seguir, aunque ha sido muy poco traducida en español. Muy recomendable.
El tono de la historia cambia más o menos a mitad, cuando Sebastian comienza a ser consciente de su bajeza moral y a aceptar que la fascinación que siente por Rachel no es simplemente deseo de utilizarla para su disfrute. A partir de ahí la novela se aleja de la oscuridad de la primera parte, aunque se sigue aludiendo a los recuerdos y vivencias de Rachel, pero centrándose la trama en la relación amorosa y en cómo ambos protagonistas van siendo conscientes de ese amor. Se mantiene, eso sí, la tensión, porque sabemos que Rachel fue condenada injustamente y no sabe quién mató realmente a su marido. Al final, como podéis imaginar, lo averiguaremos, pero no porque haya ninguna investigación, aunque sí hay momentos de peligro para la protagonista.
Creo que Patricia Gaffney es una magnífica escritora, que consigue la combinación justa de diálogos y descripciones, es realista en el retrato de la época, capta los detalles y crea una atmósfera envolvente que te mete literalmente en la historia. Realmente esta mujer sabe captar las emociones. Y de una manera increíble consigue que puedas llegar a aceptar a Sebastian a pesar de mostrarlo en un principio como un perfecto cabrón, incluso llegas a empatizar con él cuando, al final del libro, conoces algo la familia en la que se crió.
Me encanta tu crítica. Y gracias por la mención, aunque para mi Gaffney también era una desconocida y la descubrí con este libro gracias al Top 100 de All About Romance.
ResponderEliminarEs lo bueno de internet, que otros te descubran joyas así. Si tuviéramos que fiarnos de los suplementos de los periódicos o de libreros o bibliotecarios que de romántica saben poco y quieren saber menos...
A mí me encantó y me pareció un libro muy bien escrito. El principio sobre todo es frío, duro, emocionalmente muy intenso.
Sí, gracias a otros blogs voy conociendo autores/as de interés porque es verdad que las revistas literarias tienen muy olvidado el género romántico. Seguiremos compartiendo X)
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