Año de edición: 2016
Título original: I am Livia
Edición original: 2014
Traducción: María Cristina Martín Sanz
Sinopsis:
Una apasionante novela sobre uno de los personajes más importantes de la Historia de Roma: Livia Drusila, la poderosa mujer de César Octavio.
A la tierna edad de catorce años, Livia Drusilla escucha a su padre y otros aristócratas preparar el complot contra Julio César. Ahí comienza la participación en la alta política de una mujer que tendrá una grandísima influencia en el devenir de Roma.
Livia habla en primera persona sobre todo lo que concierne a una mujer que crece, aprende, asume retos, conoce el matrimonio sin amor y luego el amor pasional, y es testigo y protagonista de sucesos transcendentales de su tiempo. Livia fue poseedora además de una visión política adelantada a su tiempo, pues era una gran defensora de la República y del valor de la dignidad su pueblo. Desde la conjura del asesinato de César hasta la Pax Romana, desde la adolescente a la mujer declarada Madre del Imperio, recorremos la vida de una de las protagonistas más fascinantes de la Historia de Roma.
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Estupenda novela que nos da una nueva perspectiva de una de las mujeres más poderosas de la historia, considerada durante muchos años una mujer intrigante y acusada de manipuladora y asesina, algo desgraciadamente muy frecuente en la historia, y no me refiero a manipular y asesinar (que también), sino a denigrar públicamente a las mujeres que se "atrevían" a salirse de la norma establecida y destacaban en un mundo que se pensaba reservado solo para los hombres: la vida pública.
Yo crecí viendo "Yo, Claudio" y leyendo las novelas de Robert Graves y la imagen que tenía de Livia y era poco menos que una psicópata envenenadora de sus propios familiares sin más miras que mantener su poder y conseguir que su hijo sucediera a Augusto. Por eso para mí esta es una nueva Livia: una mujer inteligente, sí, y ambiciosa, pero también generosa y luchadora, amante de su esposo, preocupada por el buen gobierno, por los valores de la República e impulsora de medidas que mejoraran la vida del pueblo. Evidentemente estamos ante la novelización de la vida de un personaje histórico a partir de datos escasos y parciales, pero me cuadra más esta imagen de Livia mujer amante de su hogar y al mismo tiempo preocupada por la política y por el pueblo, que la de una mujer que se dedicase durante años a matar a familiares y amigos sin que su marido, que no era precisamente tonto, se diera cuenta y la mantuviera a su lado a pesar de que no tuvieron ningún hijo juntos.
Tan influida como estaba por el personaje que nos había transmitido Graves, ver a esta Livia perdidamente enamorada de Tavio (Cayo Julio César Octaviano, luego Augusto) me ha sorprendido totalmente. Esta es, pues, también una novela de amor y los protagonistas acaban vivos y juntos, porque la historia no termina con la muerte de Livia, sino con el regreso de su esposo de la campaña de Egipto contra Marco Antonio y la historia continuará porque Livia y Augusto estuvieron casados cincuenta y dos años, ahí es nada.
Me ha gustado mucho la forma de contar esta historia, siempre desde el punto de vista de Livia, desde que era una muchacha de 14 años hasta que es una mujer adulta y poderosa. A partir de lo que sabemos de ella con seguridad, de los hechos comprobados, Phyllis T. Smith hila una historia absolutamente creíble de cómo pudo ser la evolución de esta mujer, su relación con su primer marido y su historia de amor con Augusto, Tavio para ella. Sobre el proceso que supuso escribir todo esto y cómo se planteó la novela es intersante leer las notas de la autora al final y también esta pequeña entrevista que aparece en el blog "Reading the past".
Yo crecí viendo "Yo, Claudio" y leyendo las novelas de Robert Graves y la imagen que tenía de Livia y era poco menos que una psicópata envenenadora de sus propios familiares sin más miras que mantener su poder y conseguir que su hijo sucediera a Augusto. Por eso para mí esta es una nueva Livia: una mujer inteligente, sí, y ambiciosa, pero también generosa y luchadora, amante de su esposo, preocupada por el buen gobierno, por los valores de la República e impulsora de medidas que mejoraran la vida del pueblo. Evidentemente estamos ante la novelización de la vida de un personaje histórico a partir de datos escasos y parciales, pero me cuadra más esta imagen de Livia mujer amante de su hogar y al mismo tiempo preocupada por la política y por el pueblo, que la de una mujer que se dedicase durante años a matar a familiares y amigos sin que su marido, que no era precisamente tonto, se diera cuenta y la mantuviera a su lado a pesar de que no tuvieron ningún hijo juntos.
Tan influida como estaba por el personaje que nos había transmitido Graves, ver a esta Livia perdidamente enamorada de Tavio (Cayo Julio César Octaviano, luego Augusto) me ha sorprendido totalmente. Esta es, pues, también una novela de amor y los protagonistas acaban vivos y juntos, porque la historia no termina con la muerte de Livia, sino con el regreso de su esposo de la campaña de Egipto contra Marco Antonio y la historia continuará porque Livia y Augusto estuvieron casados cincuenta y dos años, ahí es nada.
Me ha gustado mucho la forma de contar esta historia, siempre desde el punto de vista de Livia, desde que era una muchacha de 14 años hasta que es una mujer adulta y poderosa. A partir de lo que sabemos de ella con seguridad, de los hechos comprobados, Phyllis T. Smith hila una historia absolutamente creíble de cómo pudo ser la evolución de esta mujer, su relación con su primer marido y su historia de amor con Augusto, Tavio para ella. Sobre el proceso que supuso escribir todo esto y cómo se planteó la novela es intersante leer las notas de la autora al final y también esta pequeña entrevista que aparece en el blog "Reading the past".
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